Una de las asignaturas importantes que hay que aprender hoy es la de saber dialogar. Y a dialogar se aprende en el seno de la familia. He aquí cinco pautas para el diálogo entre padres e hijos, base de una buena comunicación. Primera, no interrumpir y tener paciencia. Para que haya un buen diálogo hay que saber escuchar. Segunda, cuidar el lenguaje no verbal. La mirada y el gesto ocupan un papel primordial, ya que mirada y gesto establecen la complicidad de la amistad y de la confianza mutua. Tercera, saber preguntar. Y hacerlo de forma positiva para que se vea que seguimos el tema y, además, nos interesa. Cuarta, no demostrar prisa. Para los hijos y para todos los de casa, siempre es importante que demostremos un interés por sus cosas. Quinta, vivir la discreción. Se quejan los adolescentes, nos quejamos todos con frecuencia, que se cuentan a los demás lo más íntimo que se les ha confiado. No se actúa con mala intención, pero es uno de esos defectos que implica p...